Me encantan las cajas. De todas las formas y tamaños, de todos lo colores y estilos, de madera, plástico o cartón, de lata o de porcelana. Todas las que encuentro o me dan mi madre y mis hermanas las voy guardando porque nunca se sabe cuando pueden hacer falta. Y encima, mi marido,como lo sabe, de vez en cuando me sorprende con alguna hecha por él.
Esta es una de las últimas que me trajo. Es de pino y estaba al natural, como la otra que enseño mas abajo.Lo que hice fue darle una capa de tinte y después, una vez seca, la decoré con la técnica del decoupage, con una servilleta de flores que me había regalado Pilar. Como la madera quedó oscura, las flores no destacan mucho pero me gusta como resultó.Para proteger la decoración le di varias capas de látex muy diluido con agua.

Las flores son un ramito de espliego que recogí del campo y la bolsita que se ve es una que tiene ya algun tiempo y está hecha con lanas colbert y es medio punto (creo que también se le llama petit point). La trasera es de terciopelo.

Esta cajita la compré en una tienda de esas los chinos, una de las que se llamaban de "veinte duros"antes de que tuviéramos euros. También la tinté , aunque más oscura que la anterior. La decoré con un cromo de los que guardo de cuando yo era pequeña y jugaba con ellos en el colegio. Tengo montones de esa época y algunos están muy viejos de tanto usarlos. !Qué recuerdos!

Como la caja es muy pequeña , pensé en utilizarla para guardar los dedales que suelo tener siempre a mano mientras coso. Con unas tiras de cartón duro que me dió también Pilar hice separaciones y así quedó. También tinté el cartón, y quedó muy bien. El acabado está hecho con cola blanca , dándole varias capas. Al secar queda transparente y con cierto brillo.

Esta caja es alargadita y está hecha con un trozo de barandilla de pino; mi marido la cortó por la mitad y la vació con lo que quedó esto:

Otra vez tinte y decoración con mis cromos. Mi intención era que quedara como antigua, como desgastada por algunos lados por el paso del tiempo y para ello, antes de darle la última capa, le dí alrededo de los cromos una capa fina de cola blanca diluida en agua. Dejé secar y luego ya le dí betún de judea previamente mezclado con cera álex. Se moja un trapito en esta mezcla y se extiende por toda la superficie.

Los cromo parecen realmente más antiguos de lo que son ¿verdad?. El aspecto final me encanta.

Y estas son las tres últimas cajas de madera que he decorado. Espero que os gusten.