¿Recuerdas esta foto?. Hace unos días te la enseñé y te dije que más adelante te explicaría para qué eran tantas telas cortadas.
Pues aquí tienes la explicación. Después de coserlas a una tela interior, darles la vuelta, plancharlas y hacer las cuatro esquinas , había que coserles los botones de nácar. En total cosí 420 botones ¡¡ una locura!!!
Pasé una lazo de raso, pasé otro y fruncí. Y ¡Oh sorpresa! ya tenía una limosnera preparada. ¿A qué está coqueta y elegante?
Al cabo de un ratito, ya tenía dos preparadas.
Y luego fueron tres las que estaban listas:
¡¡Ya son 5 !!!
A medida que las iba terminando se me acumulaban y no sabía donde guardarlas. Probé a meterlas en una canasta, pero el número iba en aumento y hasta la canasta se me quedó pequeña
Intenté colgarlas, pero tampoco me bastaba
Cajas de madera, bandejas de mimbre, todo servía para ir conteniendo esta invasión de limosneritas en toile de joy azul
Y al final,. como pude, las coloqué para la foto. En total había 105 limosneras, todas igualitas con sus telas azules de toile de jouy, sus botones de nácar y sus lazos de raso.
Cuando acabé de hacerles las foto, las metí en un paquete muy organizadas y colocaditas, y las mandé a su destino. Una novia las esperaba con ilusión para regalarlas el día de su boda.
Y así acabó la historia de unos trozos de tela, de unos 400 botones de nácar y de unos cientos de metros de lazo de raso.
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Besos para todas y hoy especialmente para Beatriz.